14 de septiembre de 2022
Por Manuel Velásquez
El futsal o futbol sala (o de salón) no es nada nuevo. Fue en 1930 cuando Juan Carlos Ceriani, profesor de educación física uruguayo, crea este deporte bajo el nombre de Indoor Soccer.
Ese mismo año se celebraría el primer mundial de futsal, por supuesto en Montevideo, Uruguay. El deporte se trataba de una suerte de baby futbol, pero con menos gente en la cancha y una serie de reglas que hacían de la experiencia de juego algo más lúdico y estratégico.
La primera edición mundial de futsal organizada por la FIFA fue en 1989 y, desde entonces, se celebra cada cuatro años. Sin embargo, en nuestras canchas de barrio seguíamos viendo simplemente gente jugando a la pelota; lo más probable es que tales pichangas se acercaran más al baby futbol, una disciplina más popular y de normas más flexibles.
En Curacautín empezamos a ver por primera vez el futsal en nuestras canchas de barrio alrededor del año 2012 de la mano de Diego Portales Club, equipo del que fue parte Anyelo Lagos Espinoza quien, una década más tarde, terminaría fundando su propio club: Futuros FC.
Futuros rápidamente empezó a llamar la atención de la gente, no solo por lo novedoso que sigue resultando esta disciplina, sino también por el talento de su entrenador y, por supuesto, de los jugadores.
Está sonando fuerte el tema futsal. Todos conocen el futsal ahora, antes no se veía. Yo creo que planteamos bien el tema del futsal. Tenemos partidos en los que se llena, viene gente que quiere pertenecer a Futuros, nos asegura Anyelo o “El profe”, como lo llaman sus pupilos, quien se encantó con este deporte luego de jugar por la Universidad de la Frontera.
Hoy el “Futu” funciona al alero del DAEM (Departamento de educación municipal) y del IND (Instituto Nacional de Deportes de Chile), lo que permite realizar entrenamientos con niños de la escuela Luis Cruz Martínez y, además, con jóvenes y adultos desde los 14 hasta los 59 años, ordenados en sus respectivos grupos etareos.
Si bien el club se fundó hace casi dos años, es hace apenas cuatro meses que el equipo tomó la forma con la que lo conocemos hoy. En este tiempo, el ‘Futu’ ha tenido un exitoso paso por las canchas, siendo uno de sus importante hitos haberle ganado a los potenciales campeones nacionales con una diferencia sustancial. Eso no hace más que motivar a los muchachos y mantenerlos apuntando a todas las metas que se proponen a futuro.
Por su parte, Anyelo señala que me gustaría que el futbol de salón fuera más masivo, que hubiese más campeonatos. Lo importante es que nosotros lleguemos a estar a un buen nivel en futsal en Curacautín, un nivel poderoso y que se juegue. Sabemos que está el futbol, pero este se juega más. Asimismo, los planes del profe no se enfocan solo en la cancha, sino que también fuera de esta, en los bolsillos de sus apoderados y en las ilusiones de los niños, buscando y creando instancias para poder apadrinar jóvenes talentos con el fin de que puedan ir a probarse a otros equipos donde encuentren la implementación y el apoyo necesario.
Para los jugadores, estar en Futuro es un verdadero gusto. Gonzalo Bustos, jugador del equipo de adultos jóvenes, declara que ha sido una experiencia muy buena porque hemos desarrollado bastantes actividades dentro y fuera de la comuna, por su parte Mauricio expresa que lo que más le gusta es viajar con ellos, es entretenido. Cuando viajamos lo pasamos bien, señala.
Quien apenas en tres meses ha logrado destacar en la cancha es Kevin Villa de 19 años, joven seleccionado que ya tenía experiencia en la cancha larga, pero que luego de conocer el futsal no volvió a pisar el prado, aparte de la cancha y el juego reducido, hay que estar siempre en movimiento; en el estadio puedes estar, si quieres, parado porque la pelota está en otro lado y no es tu pega. En futsal siempre estás en movimiento, nos dice Kevin quien, debido a su juego más técnico y estratégico, disfruta mucho esta modalidad.
Una de las cosas que lo enamoró del futbol salón es la calidad humana, tanto así que lo hace olvidar que algún día jugó por Cobresal y Colo Colo. Lo que más le gusta es el compañerismo y llevarme bien con el profe; en otras partes van y juegan no más y entrenan, acá hay una amistad de amigo más que de alumno-profe. Enfatizando que lo que me gusta del futsal es cómo nos llevamos dentro de la cancha.
Es fácil entender por qué Kevin destaca la figura de su profesor, pues al verlo en la cancha, saludando dedicadamente a sus alumnos y acompañantes para dar paso a un entrenamiento que solo demanda de dar un par de instrucciones para que la cuadrilla se ponga a trabajar, comprendemos que detrás de su actividad está la vocación de formar y el cariño que tiene por el futsal y su equipo.
Por ahora Anyelo sigue buscando instancias para jugar y oportunidades para sus discípulos, adelantándonos que se viene un campeonato en octubre con sede en Curacautín en el que participarán equipos de otras comunas.
Futuros FC sin lugar a dudas se maneja -majestuosamente- en la cancha, sin embargo es probable que la elección de ese nombre no haga justicia a un presente de por sí espectacular.
Y es que no hay nada que esperar, Futuros es el presente, el presente de muchos niños que se levantan contentos porque deben ir a jugar, que olvidan sus problemas y que comparten al mismo nivel en la cancha, el presente de un Curacautín más movido y saludable, el presente del futsal en la zona, el presente de ilusiones, risas y sueños.
Fue horas antes de que la primera nevada del año cayera sobre la ciudad, cuando el grupo de Arquería de Curacautín nos abrió las puertas del su lugar de entrenamiento.
Se trata de un galpón junto al estadio de calle Yungay. El recinto ofrece las condiciones básicas para la práctica del deporte, pero no impide que el frío de julio cobre cierto protagonismo. No es algo, sin embargo, que parezca afectar a Marisel Sánchez y Ernesto Sandoval, apasionados fundadores de este notable proyecto.
A pesar que la gran cantidad de participantes podría hacer pensar otra cosa, lo cierto es que la idea no alcanza a cumplir medio año. Fue durante el verano cuando Marisel pensó por primera vez en la posibilidad de hacer un taller de arquería, la razón fue poco común: “caminaba por una de las calles de la ciudad cuando, en una esquina, vi un niño. Ocultaba algo, entonces me di cuenta de que se trataba de algún tipo de droga (…) El niño no tenía más de 8 años, por lo que me afectó enormemente, pensé en hacer algo, pero cuando volví atrás el niño ya no estaba”.
La escena caló hondo en Marisel, tanto que se decidió a hacer algo. Sin haber pensado en los detalles llegó hasta la DIDECO de la comuna con una idea: un taller de arquería, lo primero era reunir a los posibles interesados, por lo que publicó su intención en las redes sociales. De inmediato contó con más de 70 interesados.
Había que empezar. Es aquí cuando entra en escena Ernesto Sandoval, arquero experto con participaciones y reconocimientos en varios torneos a nivel nacional. Oriundo de la ciudad de Talcahuano, Ernesto conoció a Marisel por la compartida afición por este deporte. Con la idea en marcha Marisel no dudó en involucrarlo, Ernesto aceptó a pesar de la distancia y la ausencia de recursos involucrados.
No pasó mucho tiempo para que se pusieran manos a la obra. Se compraron materiales, incluyendo, por supuesto, los arcos y flechas, y se dispuso el espacio para recibir a los participantes que se separaron en dos grupos, los que se reúnen una vez por semana en las dependencias del estadio municipal.
Al observar los videos y fotografías de sus entrenamientos, llama la atención la heterogeneidad del grupo, en el que hombres y mujeres de todas las edades comparten el mismo entusiasmo por este deporte, como María Becerra, mujer de más de sesenta años que dispara sus flechas a la par de jóvenes quinceañeros como las talentosas Constanza Sanhueza y Martina Obregón, e incluso niños como Luciana Candia y Juan José Passalacqua, de apenas siete años o Lorenzo Barnett de seis.
En cuanto al futuro, lo que esperan Marisel y Ernesto es que la escuela crezca, e incluso se expanda a otras comunidades. También les gustaría que sus alumnos comiencen a participar en torneos a nivel regional o nacional, pero sin olvidar el rol social que les dio origen: “Independientemente de que algunos de nuestros alumnos lleguen a un nivel de perfeccionamiento que les permita entrar en la alta competencia, como es el caso de Nicol Maturana que ya se ha destacado en la especialidad black hunter, no queremos dejar de lado nuestra visión social y comunitaria. Este es un espacio protegido, donde niños y jóvenes que no pueden expresarse en otros contextos llegan a hacer lo que les gusta acompañados de adultos que los apoyan y los respetan”.
Pero para lograr el desarrollo futuro de la escuela el aspecto económico no puede dejarse de lado, es por ello que sus proyecciones deben ir de lado con la asignación de fondos municipales o del gobierno central, un tema que aún está pendiente. Por el momento, la agrupación se mantiene con recursos propios, en un trabajo en conjunto que sus fundadores esperan se mantenga en el tiempo. “No nos interesa ser los dueños de este proyecto”, dice Marisel, “la idea es que sean los mismos participantes los que se organicen y, juntos, saquemos esto adelante”.
Contactos:
Marisel Sánchez: +56 936448641
Facebook: Arquería Curacautín
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