Anonimato en la Ciudad

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Con la siguiente serie fotográfica, Giss Frtiz nos entrega una reflexión sobre la decadencia y lo deshumanizada de una sociedad a pasos de lo que la fotógrafa llama “la era plástica”, una época en la que tras el constante avance se esconde un serio problema de inclusión. 

Estamos en deuda con los adultos mayores, nos dice Giss, una deuda que se profundiza producto del ritmo con que avanza la sociedad, en la que ellos y ellas se sitúan en un tiempo distinto al de las personas que están aun inmersas en el sistema y que son parte del ajetreo diario. Podríamos decir que son un actor anónimo, representantes de lo que podríamos llamar la “marginalidad productiva”.

En este mismo sentido, Giss hace un llamado a no ver a los adultos mayores de manera condescendiente, ellos son nuestros antepasados, la memoria viva de nuestra historia, afirma. No han de ser, por lo tanto, objetos de nuestra lástima, sino justos merecedores de nuestro respeto. 

Su falta de integración es, para Giss Frtiz, una irresponsabilidad político-social, la que genera individuos marginados, abandono e incluso indigencia. 

Aunque no están insertos en la sociedad cumpliendo un rol productivo, participan del espacio donde acontece toda la rutina de los demás individuos, una paradoja pues, aunque habitan el centro de nuestras ciudades, son invisibles para una sociedad que no se hace cargo, concluye la Giss. 

(Fotografías tomadas en la ciudad de Temuco y Valdivia)